Brook's, La Leyenda.




Como todo año, cuando veo enrojecer los bosques perennifolios de la patagonia, cuando comienza la migración de los queltehues (teros) y el frío comienza a calar profundo en el cuerpo. Se que ha llegado el tiempo de tomar mi vieja carpa, mis aparejos de pesca, camping y salir a la cordillera.  A recorrer esos puros, cristalinos y gélidos arroyos donde habitan las brook's (Salvelinus fontinalis (Mitchill, 1814), que significa Char de Springcreek (arroyo/vertiente), trucha de arroyo)

A mi parecer, las Brook's son los peces más encantadores de la patagonia, especie introducida y asilvestrada. Durante la mayor parte del año se caracteriza por un lomo color verde oscuro con toques de plateados en los costados.  Mientras que en abril toma el resplandor del otoño patagónico: el naranjo y rojo intenso de las lengas y ñires; Los variados amarillos y sutiles tonos dorados, del coirón y hojas que se van acumulando en las riveras; incluso lleva el color de esos mágicos amaneceres



y atardeceres, el color fuego del horizonte y el azul intenso del cielo.   Los colores de esos paisajes que acompañan mis solitarias jornadas de pesca.






En medio del ensimismamiento propio de la pesca solitaria, cuando todos los sentidos se ponen en alerta en atención al entorno, a la naturaleza y por supuesto a la pesca.  Fijo mi atención en este pez, hermoso, de colores únicos, embelleciendo los ríos y alegrando mi vida de pescador.   Y pienso!!!...   un pez de estas características debe haber significado mucho para culturas nativas del américa del norte, de donde es originario.



Y es así como:  Según la leyenda de los iroqueses, cuando el dios Manitou iba camino a visitarlos, cansado y hambriento tras su largo viaje se detuvo frente a un pozón rodeado de bosque y al ver unos hermosos peces en el, de tonos oscuros y brillantes como la noche, decidió atrapar al mas grande para saciar su apetito.   Pero al mirarlo con atención, vio lo hermoso, ágil y fuerte que era.  Controló su apetito, no quiso comerla y la arrojó de vuelta al arroyo del que la había arrancado.  
Dejando impresa en ella sus huellas dactilares (manchas parr en los juveniles) y muchos puntos y coloridas aureolas, como manchas de joyas. Señal que el gran espíritu la había sostenido.
Debido a esto eran sagradas para los indígenas de las seis naciones y no la pescaban ni comían.




Asi, cuando ud. este pescando "fontinalis" piense... quizas ud. este en un lugar sagrado y sostiene una joya.  Respete el medio ambiente y libere sus capturas.

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