Pescando el Río Maullín con Wildriverchile

El río Maullin no necesita presentación, es el desagüe natural del Lago Llanquihue al Mar.  Ya lo había pescando en otros sectores, pero este tramo desde el desagüe siempre fue un desafío pendiente.
Había contactado a Patricio Rondini, para que me mantuviera al tanto de la llegada de los cardúmenes de salmones salares, un evento que no había tenido el placer de disfrutar.

En sobre aviso de que los salares ya estaban en cierta porción del río, mi amigo me dio todas las indicaciones de lugares y moscas para una exitosa jornada.   Agregó además, la información de la presencia de sea run brown en cierto tramo del río.  Dicho eso, al día siguiente estaba flotando el Río Maullin con www.wildriverchile.cl 
La flotada partió desde el desagüe del Lago Llanquihue, al poco andar ya tenía mis primeras marrones en la mano.  Al inicio, el río avanza con un lecho de poca pendiente y un flujo laminar constante rumbo al mar, la intensa vegetación circundante aveces se cierra o se abre dando un ancho variable al río.
Aveces es posible lanzar hacia las orillas en otras el único lance posible es lanzar hacia el túnel entre los arboles que cierran el paso al bote.   Por ende, yo creo que es una bajada que se disfruta mejor de un pescador por bote.
Al par de horas y luego de pescar decenas de truchas residentes, vimos los primeros salares escabulléndose por entre las matas sumergidas, su inconfundible color y silueta los delataba en el fondo arenoso.    Varios tomaron mi mosca, pero su vigorosidad para luchar y saltar, terminaban dando fruto y se liberaban de mis moscas sin rebaba.  Fue de gran entretención, hasta que dejamos atrás la zona y volvimos a las truchas residentes.
Pero aun quedaba un tramo interesante, el sector donde habían antecedentes de sea run brown.  Justamente en aquel sector el río había cambiado de pendiente y ahora el agua corría fuerte,  con correderas profundas y caudalosas.  Fue allí donde puse mis moscas mas lastradas atadas para la ocasión y tratando de emular viejas andanzas en correntadas similares, trataba de poner la mosca y linea de tal forma que penetrara por el caudaloso torrente.
A los pocos lances, no pude creer la fuerza conque algo detuvo la estripiada de mi mano, la  linea se tensó y comenzó a quitarme linea y escabullirse por la correntada, en todo momento no veía mas que una enorme sombra tratando de zafarse del engaño.  La lucha fue dura y sin tregua, el carrete avanzaba recogiendo y dando.  El guía hacia lo suyo con el bote, paladas para remontar o para dejarse llevar por la correntada y seguir la sombra en su carrera.  En algún momento logré llevar la trucha a un vertice entre dos correderas, tratando de mantenerla en la zona sin flujo, mas bien en la zona de remolinos.  Fue allí donde enfurecida dio sus primeros brincos fuera del agua y dejó ver su talla y fisonomía.
Los pescadores de orilla estaban impactados, dejaron de pescar y se dedicaron a mirar la función.  La lucha la mantuve en esta zona de remolinos, donde podíamos mantener el bote y donde la trucha se sentía mas liviana, con menos fuerza.  Al rato, al verla mas entregada  nos fuimos orillando, pedimos a unos pescadores con carnada que recogieran sus aperos calados, quienes sin reproche los levantaron.  No quería que un enredo me privara de tan hermoso pez.   Fue así como en un lapsus de quizás 30 minutos logre tenerla en la mano, la trucha mas grande que hasta ahora he pescado con mosca, una Sea Run  Brown de 8,0 kg.
La trucha fue liberada ante las atónitas miradas de los espectadores.

3 comentarios:

  1. Que buen relato, buena prosa. Saludos pescador-poeta

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  2. soy apasionado de la pesca pero faltan amigos con quien pescar

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    1. Me paso lo mismo, al principio cuesta salir solo... pero a la larga la pasas bien.

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