Cochrane, En Busca de Nuevos Pesqueros

Parece insólito que con tantos cuerpos de agua cercanos y rebosantes de peces, mi mente se obsesione con aquellos lugares tan lejanos, inhóspitos y de pesca incierta.   Mis amigos mas cercanos me hablan de TOC, respecto a mi obsesión por "salir a pescar".  Pero muy en el fondo he descubierto que es mi TEA.   Parece una delgada línea que los separa, pero no!!!.  Por mucho tiempo he tratado de descifrar mis conductas y reacciones, particularmente aquellas que socialmente resultan atípicas.   Pero eso es harina de otro costal. 


Me encanta planificar una "misión" de pesca.   Así le llama mi amigo Helmut a estos planes de pesca que implican mucha planificación de mi parte, como analizar las rutas para llegar a un lugar, que llevar, etc.  hasta llegar a una especie de carta Gantt de la misión, considerando una serie e variables y alternativas, por si alguna ruta falla, sea por cambio de condiciones meteorológicas, caminos cortados o hasta una simple tranca con candado.   Y si!!! muchos piensan que mis viajes son mas sencillos, pero mi mente trabaja distinto.    Y cuento esto solo como antecedente para describir la increíble alegría que siento cuando una misión resulta y llego a nuevos lugares, hago nuevos amigos de ruta, obtengo una buena pesca y disfruto de lo que cada vez se ha hecho lo mas importante de "salir a pescar", contemplar la naturaleza, el paisaje y el sonido del silencio de esos desolados paisajes de la patagonia.   

Siempre había transitado rápido por la zona de Cochrane, con el objeto de llegar a tiempo para tomar la barcaza en Puerto Yungay y así alcanzar Villa O'higgins sin contratiempo.   Me debía un tiempo para volver a los pies del Monte San Lorenzo.
Y bueno, recientemente pude ir y recorrer diversos lugares, hasta culminar en el Lago Brown y Glaciar Cayuqueo.  Pasé por la Laguna El Diablo y otras que nunca supe el nombre.    Recuerdo un señor de edad, colono nacido y criado en la zona que me autorizo a ingresar por su campo a pescar y acampar.    Me dijo... "el lugar es muy bueno, tiene de las truchas plateadas y de las coloradas".    El pique tardó en llegar, pero cuando llegaron... era pique tras pique, todas arcoiris.  Hasta que noté que algunas eran muy coloradas de mejillas y línea intercostal, mientras que otras eran plateadas.  Ambas pescadas a metros una de otra.   Tanto así, que parecen cepas distintas de truchas arcoiris.   Bajo la primicia que habían truchas coloradas, me había hecho la idea de pescar truchas marrones, que en algunas zonas adquieren tonalidades ocre.    Pero no!!!  es una gran zona poblada solo por arcoiris y escazas percas truchas.

Y bueno, como les dije...  para mí salir a pescar ya no solo se trata de atrapar truchas, también de salir a la aventura de conocer lugares nuevos.   Y a veces, las ruta  premia con la posibilidad de ver como una familia de huemules pastan apaciblemente a orillas del camino.

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