Como cada año, cuando el paisaje comienza a transformarse para enfrentar el duro invierno de la patagonia, en que los bosques caducifolios se llenan de matices impresos por el otoño y se desprenden de sus hojas, cuando las aves van migrando y el silencio se apodera de los bosques, sé que ha llegado el momento de realizar una de las excursiones de pesca mas ansiada de la temporada, la pesca de Otoño.
Existen diversas pescas de otoño, como la de marrones migratorias, pero sin duda la pesca de fontinalis es la que mas me cautiva, pues en esta fecha sus colores se mimetizan con su entorno.
Pero no solo sus colores me cautivan, aveces su ferocidad para defender un territorio de desove, su soberbia en la lucha o su obstinado "empaque" a fondo, que me hacen venerarla como contrincante. En ambientes compartidos con truchas, puedo reconocer a una fontinalis al otro extremo de mi linea sin verla, solo por su conducta. Aunque aveces algunas truchas me engañan. Aun así, hoy creo entenderlas cada vez más, donde encontrarlas, la forma de pescar, patrones, etc.
Hay amigos que saben lo mucho que me gusta pescar estos "pecesitos de colores", sin importar tamaño o sacrificio para llegar a ellas. Por ello, usualmente siempre aportan información de lugares, la cual muchas veces recibo bajo la promesa de no publicar los nombres de lugares, para que no sufran la depredación de la cual suele ser objeto esta especie.
Algo poco experimentado por mi, es pescar fontinalis con moscas secas (foto anterior, con caddis), básicamente por la hora en que hay que estar en el río en los helados ambientes de la patagonia y porque esos ultimos rayos de luz los destino a regresar al campamento. Sin embargo, bien vale la pena esperar, que tomadas!!!! que soberbia!!!.
No obstante, creo que no hubiese contado con ayuda para realizar mi sueño, para conocer nuevos lugares y llegar a las fontinalis, si no practicara la pesca con devolución.
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