Pesca de Otoño Avanzado, tras las marrones de Junin de Los Andes.

Por segunda vez tengo la posibilidad de viajar a Junin de los Andes, para disfrutar de la pesca y de las amistades.   La pesca siempre buena, aunque esta vez estuvo con más presencia de truchas residentes que las migratorias del embalse Piedra del Aguila.  
Sin embargo, mi atención siempre se vuelca hacía las marrones, sus formas y colores.  Algo muy característico de estas migratorias potamódromas son sus mejillas predominantemente azuladas, brillo y esos tonos color ocre, color del otoño avanzado que envuelve el entorno en que se desarrolla la pesca.
Esta pesca es distinta a la que usualmente practico en Chile, pescar marrones migratorias en ríos relativamente caudalosos se hace adictivo.  Tomadas violentas, frecuente estallido del agua en las tomadas y siempre una lucha vigorosa.  Algo que bien vale la pena experimentar y disfrutar en cada temporada.
En esta ocasión, los bajos niveles de los ríos y escasas lluvias habían retrasado las corridas de marrones.  Quizás esta condición posibilitó que junto a Fernando, pudiera observar un cardumen de marrones lomeando en una corredera esperando el momento oportuno para seguir su camino.

Visitamos todos los ríos afluentes del embalse Piedra del Aguila.  No existen datos secretos, las migratorias pueden estar ubicadas en cualquier tramo y van movilizándose constantemente en busca de sustratos y aguas aptas para el desove.
Una vez más para mi, las moscas mas productivas fueron la pancora y la zonker verde oliva.
No puedo dejar de agradecer a Fernando y Alejandro por haber compartido sus jornadas de pesca conmigo.  Un abrazo y buena pesca.

A las truchas arcoiris y marrones (residentes y migratorias), se sumó la pesca de varios ejemplares de percas truchas comunes y boconas.
Perca Trucha Común

Perca Bocona de la cuenca del Limay
Atardecer en el Collón Curá


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