Navegar y pescar el Lago Espejo fue siempre un desafío pendiente, que solo ahora pude concretar. El objetivo siempre fue llegar hasta su extremo norte, para pescar aquellas bahías sobre la cual siempre escuche sabrosos relatos de hermosas y combativas fontinalis.
La navegación comenzó bajo una espesa neblina. Apenas podía ver unos cientos de metros, navegaba solo con la noción de mi posición respecto al norte y sin posibilidad de corregir rumbo por medio de la visualización los cerros circundantes. En la medida que navegaba fui asociando lo que veía con la imagen que me había grabado en la mente tanto ver google earth, durante la programación de este viaje. El Lago Espejo, haciendo fiel referencia a su nombre, ofrecía una vista inigualable.
Pero no!!! allí estaban, recuperándose y adaptándose a este nuevo escenario. Sanas, fuertes y combativas.
Este día sin duda será inolvidable, no tanto por el extraordinario paisaje o por sus fontinalis. Si no porque estando estacionado frente a la casa del guarda fauna, sobre la ruta de los 7 lagos, fui victima de un robo que me dejo incluso sin zapatos para volver a Chile. Si!!! confiado, pero es la segunda vez que me roban en un vehículo y la primera vez mientras me estaciono para pescar. Sin duda, algo que afectara la confianza en cada jornada de pesca a futuro.
La navegación comenzó bajo una espesa neblina. Apenas podía ver unos cientos de metros, navegaba solo con la noción de mi posición respecto al norte y sin posibilidad de corregir rumbo por medio de la visualización los cerros circundantes. En la medida que navegaba fui asociando lo que veía con la imagen que me había grabado en la mente tanto ver google earth, durante la programación de este viaje. El Lago Espejo, haciendo fiel referencia a su nombre, ofrecía una vista inigualable.
Poco a poco, el día despejó y pude ubicar uno de los afluentes del lago. No deja de impactar la cantidad de sedimentos volcánicos proveniente de la erupción del cordón del Caulle. De alguna forma este escenario me había desanimado respecto a la posibilidad de engañar alguna fontinalis.
Pero no!!! allí estaban, recuperándose y adaptándose a este nuevo escenario. Sanas, fuertes y combativas.
Este día sin duda será inolvidable, no tanto por el extraordinario paisaje o por sus fontinalis. Si no porque estando estacionado frente a la casa del guarda fauna, sobre la ruta de los 7 lagos, fui victima de un robo que me dejo incluso sin zapatos para volver a Chile. Si!!! confiado, pero es la segunda vez que me roban en un vehículo y la primera vez mientras me estaciono para pescar. Sin duda, algo que afectara la confianza en cada jornada de pesca a futuro.
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