No se trata de referencia a alguna obra hollywoodense o de psicología femenina, se trata de pesca, jjajaja!!!
Siempre recuerdo las palabras de mi amigo Helmut, gran baitcaster, pescador y partner. Buen lector de aguas y conocedor de mil y un trucos para atrapar truchas.
Fue este amigo, quien hace años en un día de pesca poco productiva me señala que las truchas "son unos bichitos muy especiales, hay que darle lo que ellas quieren" replico!!!. Y es cierto, en ocasiones sabemos que las truchas están allí, pero nada de nuestra caja de moscas o señuelos parece ser de su gusto ese día. Pero que quieren? Bueno!!! esa es parte del juego de la pesca deportiva.
Todos sabemos que las truchas son voraces, en la mayoría de los casos atrapan cualquier cosa que se mueva en el agua y que parezca alimento, en otras presentan una especie estrés de pesca y desconfían de los alimentos que son arrastradas por un hilo (jajaja!!!) o que sencillamente presenten una apariencia alejada de todo los alimentos que acostumbran a comer, conducta que calificamos como "selectivas". Pero en ocasiones, donde las truchas no tienen presión de pesca "ellas parecen no querer nada de lo que le ofrecemos". Es allí donde se ponen a prueba los pescadores, leer aguas, conductas de los peces y disponibilidad de alimento circundante, ya sea acuático o terrestre.
Es por ello que siempre llevo una caja con innumerables moscas atadas, más mi caja de materiales para atar en mis jornadas de pesca en aguas lejanas. Pues aveces es necesario estar preparado para darle solo "lo que ellas quieren".
Siempre recuerdo las palabras de mi amigo Helmut, gran baitcaster, pescador y partner. Buen lector de aguas y conocedor de mil y un trucos para atrapar truchas.
Fue este amigo, quien hace años en un día de pesca poco productiva me señala que las truchas "son unos bichitos muy especiales, hay que darle lo que ellas quieren" replico!!!. Y es cierto, en ocasiones sabemos que las truchas están allí, pero nada de nuestra caja de moscas o señuelos parece ser de su gusto ese día. Pero que quieren? Bueno!!! esa es parte del juego de la pesca deportiva.
Todos sabemos que las truchas son voraces, en la mayoría de los casos atrapan cualquier cosa que se mueva en el agua y que parezca alimento, en otras presentan una especie estrés de pesca y desconfían de los alimentos que son arrastradas por un hilo (jajaja!!!) o que sencillamente presenten una apariencia alejada de todo los alimentos que acostumbran a comer, conducta que calificamos como "selectivas". Pero en ocasiones, donde las truchas no tienen presión de pesca "ellas parecen no querer nada de lo que le ofrecemos". Es allí donde se ponen a prueba los pescadores, leer aguas, conductas de los peces y disponibilidad de alimento circundante, ya sea acuático o terrestre.
Es por ello que siempre llevo una caja con innumerables moscas atadas, más mi caja de materiales para atar en mis jornadas de pesca en aguas lejanas. Pues aveces es necesario estar preparado para darle solo "lo que ellas quieren".
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