Spring Creek, Arroyos de primavera en la Patagonia

Un spring creek o arroyo de primavera se  origina por el agua que brota de la tierra o entre rocas y se debe a la filtración de agua lluvia y nieve que penetra en un lugar y aflora en otro de menor altitud.  Usualmente mantienen un flujo y temperatura constante casi todo el año, que llevado al clima de la patagonia, se traduce en aguas frescas en verano y aguas por sobre la temperatura ambiente en los gélidos inviernos.  A las características antes descritas se suma una alta concentración de nutrientes y oxigeno, que conlleva a una gran diversidad de  flora, insectos y crustáceos acuáticos.  Cuando uno de estos cursos de agua es perenne mantiene las condiciones ideales para sustentar una interesante población de truchas residentes, un ambiente donde las truchas se alimentan constantemente durante todo el año.
Los arroyos de primavera  en la patagonia usualmente obedecen a la naciente de un río, a la cual se irán sumando mas cursos de aguas de distintos regímenes de alimentación hasta formar un gran curso de agua que terminaran su recorrido en el mar.   Otras veces son pequeños cursos de agua que alimentan tanto a un gran río en su porción media o final, como tambien a lagos y lagunas.   El hecho es que si los cursos principales a los cuales tributan estos arroyos de primavera están poblados de truchas, estos seguro contaran con truchas dada su conducta invasiva.   He aquí donde un pescador debe poner atención y explorar, la mayoría de las veces podría tener excelentes resultados y de paso encuentra su propio paraíso de pesca.
El entorno de un arroyo de primavera estará dado según la región climática y vegetacional donde esté inserto.  En este caso me remitiré aquellos circunscritos en la patagonia chilena, los que suelen estar rodeados de pampas o escasa vegetación arbórea como coigües, ñirres y lengas.   Su estructura tipicamente esta dada por un canal angosto y profundo, con un lecho arenoso, un caudal laminar suave y constante, dando paso a camas de algas y pastizales que usualmente estrangulan superficialmente el canal sin afectar su ancho en la profundidad.  Muchas veces el agua circula por verdaderos túneles, bajo las algas y pastos.
Posiblemente un pescador paciente buscara y se deleitara con más formas de abordar la pesca en estos ambientes que la mía.  Sin embargo, la forma que a mí me gusta les aseguro que les reportara muchos piques y entretención.   La lógica es simple, si bien las truchas disponen de alimentación subacuática y de los insectos resultantes de la eclosión de los mismos.   Ellas saben que solo del exterior les llegaran bocados mas grandes, suculentos y nutritivos, tales como: saltamontes, escarabajos, anuros y por que no, hasta ratones.   Usualmente en la patagonia, es en los días calurosos donde los insectos terrestres aumentan su actividad, los cuales caen al agua especialmente en días ventiados.   Oportunidad que una trucha de arroyo no esta dispuesta a dejar pasar.   Ellas siempre están desde las profundidades vigilando el claro de agua que se hace a lo largo del canal y entre las camas de algas que afloran en la superficie.

Me gusta visitar estos ambientes hacia la tarde en días calurosos, linea de flote y moscas en foam, como chernobyl ant, hopper, fat albert y similares.   Estos arroyos de primavera son desafiantes, se requiere bastante precisión para lanzar en estos angostos cursos de aguas, sorteando la deriva de la linea en cada lanzamiento producto de las ráfagas de viento tan típicas de la patagonia.   Ademas, se requiere lanzar a una distancia adecuada para evitar proyectar nuestra sombra en el punto de pesca y caminar con mucha sigilo, pues suele ser un terreno saturado de humedad muy sensible a la transmisión de la vibración de nuestro andar.   No es raro luchar con arbustos que limitan nuestro backcast o invertir bastante tiempo en desenredar nuestras moscas de los coironales del borde del curso de agua.   Un juego que hace mas emocionante y entretenida cada captura.

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